miércoles, 13 de mayo de 2009

21- Region IV- La serena y alrededores (9/10-05-09)

Llegué a la Serena con pinchazos en el estómago y como soy de naturaleza cobarde rápidamente me imaginé en un hospital destartalado rodeado de médicos que charlaban de lo mal que andaba Colo Colo este año, y extraían sin delicadeza ni interés mi inflamado apéndice. Esas cosas que hace la mente, y cuando se viaja sólo, más.
En realidad mas que el malestar fue el miedo y aparte de los quebraderos psicológicos seguí visitando cosas sin fiebre ni guardar cama. Pasee por la Serena que no contradice a su nombre y que tiene bellas iglesias de la época colonial, y hermosas playas y jardines con flores. Y tiene un pequeño museo arqueológico, donde se exhiben entre otras cosas, un moai de tres metros que se cedió desde la isla de Pascua y que fue ambicionado por exhibiciones en Europa hace veinte años y ahora está ahí en un museo perdido, pequeño, de entrada gratuita por ser domingo.

Plaza de Armas Serena

Moai

Visité también Guanaqueros, un pueblecito donde se comé muy buen pescado en las cocinerías. Y a cuyo alrededor se veían hermosas playas cristalinas que teniendo vehículo propio y siendo verano...

Alrededor de Guanaqueros

Y Coquimbo, una ciudad pesquera en una península cercana a la Serena. Un lugar con atractivos muy extraños. Por ejemplo, una cruz blanca en una colina, desproporcionadamente grande creo, y justo enfrente, en otro cerro, una réplica del mismo tamaño que la mezquita Koutobia de Marrakech. Lo cual es especialmente extraño si se tiene en cuenta que Chile es un país muy católico y uno de los lugares, sino el que más, que más lejano está de una población significativamente musulmana.
Además tiene Coquimbo un puerto grande, lleno de amarillas barcas a la deriva, una imagen muy chilena. Y en un extremo, en una playa, un grupo de pelicanos enorme disputando el pescado con las gaviotas. Un animal curioso el pelicano, que se mueve al unísono y se asusta de lo que se asusta un primer pelicano a cien metros de distancia.
Y tiene también el puerto de Coquimbo, borrachos. Y aprendices de tales que piscolean en la tarde ociosos. Y un muelle desvencijado de madera donde tipos curtidos, que casi parecieran malas personas pero que simplemente están pescando. Una tripa roja en un anzuelo herrumbroso y el sedal prendido de una lata de cerveza vacía. Siempre de la marca Escudo o Cristal.




Puerto de Coquimbo

1 comentario:

  1. Lo de los cerros, quizás lo sepas pero yo lo aprendí en Perú. Antiguamente adoraban los cerros como si fueran dioses. Llegaron los cristianos y viendo que seguían adorando los montes en lugar de sus iglesias, pues lo que hicieron es poner a cada cerro el nombre de un santo y una cruz en la punta... "si Mahoma no va a la montaña..."

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