sábado, 2 de mayo de 2009

17- Un pueblo llamado San Martín (30-04-09)


Ruta de los siete lagos

Esta pequeña población, San Martín de los Andes, se asienta a orillas del lago Lacar, justo al comienzo del parque nacional Lanin, uno de los más extensos de Argentina y que destaca por sus araucarias y el volcán del mismo nombre. Todo parece indicar que será un destino agradable y tranquilo, pero las expectativas ya se sabe.
La búsqueda del hotel también resulta complicada, quiero un cuarto privado esta vez porque estoy cansado y los precios son mucho más altos que en Bariloche. Tras dar alguna vuelta acabo en el mismo sitio del principio, pequeño y poco acogedor, pero lo único disponible. Está regentado por una mujer mayor que me recuerda a la simpática dueña de una hostería en que me alojé en Bariloche. Me pregunta con insistencia de donde vengo y aunque en un primer momento lo tomo por amable curiosidad, descubro al poco, que es una investigación chapucera para saber si vengo con la gripe porcina. Nada más rellenar el registro me pide los cien euros, no tengo efectivo y me dice que no trabaja tarjetas. "Esta bien", le digo, "dejaré las mochilas, comeré algo y luego le pago". "No me deje la mochila encima de la cama", me dice la buena señora.
Pues nada, a buscar un cajero, uno roto, este de acá fuera de servicio, siete cuadras más allá el bbva también presenta un cartel que indica que está en servicio de mantenimiento. Vaya. Lo mejor será comer y luego ya veremos. Aunque la comida no es gran cosa, descubro en un bolsillo perdido algo de dinero efectivo y como en el restaurante dejan pagar con tarjeta ya tengo para pagar el sitio y no tener que andar buscando otro. Como no tengo nada de efectivo, me alegra descubrir tras la salida del restaurante que hay un cajero en funcionamiento. Todo bien. Cantidad 300 pesos Desea el comprobante de la operación? No. Ya tengo suficientes papelajos. Un minuto, dos minutos. Ni un mango. Al poco el cajero escupe mi tarjeta. De la plata ni rastro. Por si acaso me meto en un locutorio por si acaso se me ha cobrado la operación inexistente, y...bingo, allá está. 60 euros más la comisión. Joder. Le pido al encargado un equipo con skype para llamar al banco. "No tenemos" dice "ni aquí ni en todo el pueblo hay skype". Ni en esta mierda de pueblo querrá decir, me dan ganas de decirle. Al fin, llamo por cabina. En el banco se me dice que como mañana es fiesta debo permanecer en el pueblo, o en otro cercano, hasta el lunes. Ya llamaré el lunes otra vez, pero me huelo que me he quedado sin la plata.
Me voy a ver el tenis al hotel y a descansar un poco. Luego visito una comunidad mapuche y un mirador que ofrece buenas vistas sobre el lago y me olvido un poco de tanto contratiempo.


Lago lacar

De vuelta tomo una ducha y como siento algo de frío le digo a la dueña del residencial si puede poner la calefacción, me dice que no es época. Me voy a cenar rico y a la vuelta me encuentro el calefactor prendido y una nota con muy mala caligrafía en la que se lee "no tocar el calefactor". No sé que hacer mañana, el pueblo desde luego no me ha ofrecido gran atractivo pero estoy cansado. Descanso bastante bien y en el desayuno me encuentro a mi amiga, a la que doy las gracias por prenderme el calefactor. "no sale rentable encenderlo en esta época, debería ser otra tarifa", y añade "ayer pusiste la moqueta perdida de agua es la primera vez que me ocurre eso en el hotel". Como soy de naturaleza cobarde y aborrezco de situaciones violentas sean del tipo que sean, me callo y esbozo una sonrisa incrédula. Lo más sorprendente es que al poco me diga, a las diez debe dejar el cuarto, a no ser que se vaya a quedar otro día. "No, no gracias. Me voy ya". Recojo y le entrego la llave. Como me desea feliz viaje y como recuerdo el trazo tosco de su caligrafía, pienso en esta entrada del blog que ya tengo en mente y decido finalmente ahorrarme poner el nombre del sitio. Eso sí, recomendado por la lonely planet, se sentirán como en casa decían. Teniendo esos hogares, ya sé porque a la gente de lonely planet le gusta tanto viajar.
Al final, en el último momento voy a la estación de autobuses y abandono el pueblo, pero esa también es otra historia.

4 comentarios:

  1. Vivir para ver....
    Dale recuerdos a la señora, de parte de Dani Peña y dile que me espere....

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  2. Por cierto!!! mitica la foto P1050896 donde estas con la pivita y detras de ti se puede leer "No se aceptan cheques" cool!!!!!!!

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  3. No pienso ir a San Martín de los Andes...

    Un saludo, Antonio. Sigo tu viaje con entusiasmo.

    Rubén el canarión.

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  4. Ariel Fernando Ascenzi5 de junio de 2009, 8:06

    Hola!! Encontré tu blog recolectando algo de información sobre San Martín de los Andes. Estuve varias veces ahí, y afortunadamente no sufrí nungún contratiempo. Realmente fueron muy gratas mis estadías. No sé dónde me hospedaré la próxima vez que vaya, que seguramente será pronto, por eso quiero pedirte que me pases algún dato más sobre la hostería para no pasar por lo mismo.
    Por otra parte, puedo darte si quieres algo de información sobre mis últimas estadías, ya que es un lugar realmente hermoso si se lo puede disfrutar con plenitud. Tenemos pocos sitios así en nuestra querida Patagonia, y como argentino no siento que lo que te pasó esta vez deba representarnos.
    Saludos desde aquí!!
    Puedes contactarme si lo deseas. afascenzi@yahoo.com.ar

    Ariel Fernando Ascenzi.-

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